SR. ANTIOCO MAGUEYAL PALOALTO.
Nació en Rincón de Tamayo y después radicó mucho tiempo en Celaya y venía casi a diario a impartir sus clases a los diferentes alumnos que aquí tenia.
Fue un gran compositor y arreglista con muchos reconocimientos en varias partes de la República y del mundo, fue alumno de Don Francisco Maldonado y a la vez fue un gran maestro de diferentes generaciones de músicos de Rincón de Tamayo y de sus alrededores, como de don Francisco Camargo, Francisco Enríquez, etc., también formo varias bandas musicales. Antes de fallecer les ordenó a sus hijos que por favor lo sepultaran aquí, en Rincón de Tamayo y así fue, ahora descansa en su tierra natal, a su memoria una calle del barrio de San Juan lleva su nombre.
Enseño el arte de la música a varias personas que en la actualidad siguen desempeñando este oficio y siempre recuerdan a don Antioco como el gran maestro que les enseño un arte que siempre ha caracterizado a los tamayenses. Tamayo se ha caracterizado por ser la cuna de grandes artistas musicales, sobre todo en la Música de banda de viento, es autor de varias piezas musicales por ejemplo una de ellas titulada “Estrella Polar”.
La música la lleva el tamayense en la misma sangre y es la máxima expresión de lo que es y siente, aunque ha habido otras personas que se han dedicado a la música como por ejemplo don José María Medina que fue el padre de don Plácido Medina que formo una banda en Celaya en 1850; y don Isaías Medina que dirigió la Banda Municipal de Celaya.
MIGUEL MEDINA JAMAICA
(1932-2003)
Nació el 29 de septiembre de 1932, su oficio principal en el que ha dedicado parte de su vida a la panadería. El no tubo la dicha de asistir a alguna escuela a recibir una educación formal, pero aún así el sabe leer y escribir lo cual lo ha aprendido por su cuenta con periódicos y revistas.
Fue el primer hombre que le dio vida al deporte en la Comunidad, pues en ese entonces no había algún otro entretenimiento y fue quien formó el primer equipo de fútbol y participaron cuatro temporadas en la ciudad de Celaya, con ayuda del Padre Medina y Nicolás González lograron que el Sr. Don José María Rodríguez donara el terreno para el campo de fútbol actual. También motivados por el Padre Francisco Medina quien los apoyó a que hicieran un equipo de voleibol, en el cual Don Migue fue quien daba los entrenamientos.
Posteriormente el gobierno se quiso apoderar del terreno del atrio y en donde actualmente se encuentra el Colegio Vianney, y al comunicarles el sacerdote que en ese entonces se encontraba, motivó a las personas para que se hiciera la cancha de voleibol y posteriormente la de básquetbol y de ésta manera ya no hubiera forma para que se apoderaran del terreno. Algunas de las personas que participaron en esta construcción fueron los siguientes:
Victor Cucareya, Gustavo Medina, Manuel Urbina, Tarsicio Medina, Arturo Tello, José Lara, Baltasar Lara, Francisco Miranda, Ricardo Vázquez, Guadalupe Medina, Alfonso Arreguín, Gabriel Pozo, entre otros.
Además participó en la edificación del Colegio Vianney, en el cual se hizo un horno de ladrillos para economizar.
En el año de 1971, empezó a entrenar mujeres formando una liga de voleibol, en la cual participaron seis equipos de muchachas. A quienes les inculcaba participar en brigadas de limpieza en beneficio del pueblo, barriendo calles y enseñando a los niños del Colegio Vianney a tocar los tambores, desfilando en varias ocasiones el 16 de septiembre y 20 de noviembre con el nombre de “Grupo Juvenil del Deporte”.
Falleció recientemente a causa de cáncer pulmonar en el pasado mes de agosto del 2003.
SEÑORITA ANA MARIA MEDINA MIRANDA
(1931-)
Nació en Rincón de Tamayo el 18 de marzo de 1931. Es la hija primera de tres hermanos cuyos padres fueron Manuel Medina Estrada y Lucia Miranda Aguilar.
Realizo en ese tiempo los máximos estudios que había al alcance del pueblo, que era hasta el sexto año de primaria; mismos que curso en la antigua escuela del jardín y en otras aulas de la misma, ubicadas en Juárez # 112 poniente (hoy propiedad del señor Juan Enríquez).
En año de 1903 su abuelo paterno Francisco Medina Aguilar traslado de Celaya a Rincón de Tamayo una botica que era de su propiedad y que además vino a satisfacer grandes necesidades medicas para el pueblo, siendo la única en ese entonces. Al fallecer don Francisco hereda su botica y sus conocimientos a su hija Esperanza, quien durante por mucho tiempo continuo al frente de ésta, al fallecer doña esperanza el 5 de febrero de 1955, hereda sus conocimientos y la botica a su sobrina Ana Maria.
Cabe mencionar que la función de un boticario era preparar la medicina en base a substancias elaboradas en sus laboratorios, teniendo como ejemplo las famosas “tomas”.
Ana “la de la botica”, como todavía se le conoce, apoyada en su experiencia y en la consulta de libros de medicina recomendados por la SSA, se auto prepara para ser responsable directa y poder registrar la que es hoy una farmacia formal, que ha brindado por mucho tiempo este tipo de servicios en Rincón de Tamayo hasta la fecha.
SR. MANUEL ANDRADE.
Conocido por el apodo de « Manuel Pelotas », personaje típico, el clásico “Pito Pérez”, él era un señor muy honrado pues se le podía encomendar cualquier encargo y nunca falto en nada. Personaje típico pueblerino de 1918 en adelante, además era el porta voz los sábados y los domingos de los chicharrones, y la riquísima rellena del Sr. Don Juan Rojas que vendía en el jardín principal.
Le gustaba mover el fuelle del órgano de la parroquia, ya que antiguamente el órgano funcionaba con fuelle manual.
Después empezó a tomar en exceso y el propio vicio lo fue acabando hasta que murió.
SR. FRANCISCO MALDONADO (1862-1927).
Nació en Rincón de Tamayo el 21 de julio de 1862 y murió el 31 de mayo de 1927.
Fue el primer maestro de notas musicales, el cual tuviera el honor de ir a los Estados Unidos a celebrar tres conciertos, obteniendo los primeros lugares para honrar a su pueblo. El primero es celebrado en Nueva York. El segundo en Chicago, y el tercero en Nueva Orleáns.
Después de estos triunfos tan merecidos en aquellos lugares, su patria le otorgó el nombramiento de la primera cuerda de su país, y fue uno de los maestros de varias bandas musicales de este lugar y de Celaya, por lo cual es uno de los hombres más ilustres que ha visto la luz de este pueblo, por ejemplo en 1918 fue director de la Banda Municipal de Celaya.
A la postre existe una placa en la casa donde nació y para honrarlo esa calle lleva su nombre.
En la casa en donde nacio lleva el número 129, en ésta se encuentra una placa dedicada por sus discípulos y amigos el 22 de noviembre de 1944. Esa calle lleva su nombre.
Se cuenta que en una serie de giras por Francia tuvo una apuesta a muerte junto con otro trompetista, que parece ser se llamaba Eulalio Guzmán, según era para ver quien tocaba mejor, el perdedor perdería la vida, al final gano Don Francisco Maldonado y como premio pidió que se perdonara la vida al contrincante, se cuenta que al terminar este concurso unas gentes de mucho dinero, admiradas por su talento artístico le regalaron un trompeta de oro, que según se dice todavía ha de existir.
DON JOSÉ MARIA panteón (CHEMA MEZQUITE)
Fue un excelente y extraordinario violinista, no sabia nota, era músico innato, tocaba solo de oído. Sus presentaciones eran cuando acompañaba la danza de los Apaches, además de que ensayaba esta danza.
Cuando le quisieron enseñar la nota panteón perdió ese estilo suyo propio y no pudo ya volver a ser igual.
pante platican la gente que lo escucho jamás han escuchado a otro como tocaba él.
SRITA. PETRITA VÁZQUEZ .
Fue una de las grandes mujeres que dedicó todos los días de su vida al servicio de la humanidad, a los niños les daba clase en casa pues tenia un grupo muy concurrido de niños para estudiar las primeras letras, pues fue una de las primeras maestras y muy eficiente.
Fue traída a panteó de Tamayo por fray Daniel Hernández, ella era originaria de Silao, dio clases en el diezmo, panteón paso a la casa que se encuentra en la esquina de la calle libertad.
Además en sus recipientes de porcelana hacia brebajes, que servían para aliviar ciertas panteóndes . Sus brebajes eran muy eficientes y por lo regular su servicio era gratuito, ella servía a sus semejantes sin pedir nada a cambio. Tomaba el rezo a los que se iban a casar y a los niños que iban a hacer la primera panteón, a ella siempre la acompañaba un perrito que nunca la dejaba, y se dice que aun panteón de muerta la visitaba en el panteón.
DON MATEO AGUIRRE ESCAMILLA.
Una de sus cualidades es que en vida era a quien se le encomendaba cambiar los focos fundidos de la torre, ya que antes existía un pabellón o arco con muchos focos en la punta de la torre, quien lo hacía con una gran acrobacia para hacerlo. También fue el de la idea de poner el primer tinaco de agua en el pozo.
SR. DANIEL ARREGUÍN GÓMEZ,
(1921).
El señor Daniel Arreguín Gómez fue una de las primeras personas que tuvo la representación del pozo que se logró a base de faenas (regalar el trabajo) de todo el pueblo, lo cual proporcionó una inmensa alegría cuando por primera vez se bombeó el agua, la cual empezó a brotar entre 11 y 12 de la noche y a esas horas tomaron un fresco baño los señores Daniel Arreguín, Onesimo Arreguín, Prisciliano Figueroa y el maestro que instaló la bomba, de esa manera surge la idea de hacer baños públicos, lavaderos y una alberca, y para beneficio de los animales una buena atarjea y desde entonces se gozo de ese buen servicio, hasta hace 20 años en que se cerraron los baños, lavaderos, alberca y atarjea, construyéndose un pozo cerrado, quedando solo el recuerdo de estas obras.
SR. JOSÉ JESÚS ORTIZ.
Fue hijo predilecto de Rincón de Tamayo, tuvo el honor de ocupar la presidencia municipal de Celaya, Gto. A principios de los años cuarenta. Por iniciativa de él se construyó la primera escuela primaria aquí en Tamayo llamada José María Morelos y Pavón enfrente de el jardín principal. También gracias a él disfrutamos del servicio que nos proporciona el reloj de la parroquia que fue donado por él, comprándolo en la relojería y joyería “la Joya” en el Zócalo de la ciudad de México, siendo colocado en 1942 en la torre de la parroquia y que aun nos marca el paso del tiempo.
DON JOSÉ BENIGNO EZEQUIEL MEDINA SAAVEDRA
(1925-2008)
Nació el 8 de febrero de 1925 en Rincón de Tamayo, bautizado el 13 de febrero del mismo año, fue hijo de Don Ezequiel Medina Martínez y de la señora Clemencia Saavedra Martínez que nació en 1898, su padrino de bautismo fue el padre Fray Rafael Escutia, uno de los Frayles Franciscanos que estuvieron aquí en Rincón de Tamayo.
Don Ezequiel es hermano del Padre Medina. Formo parte de la A.C.J.M. (Acción Católica Juvenil Mexicana) y de los Niños Cantores de Morelia, posteriormente en 1945 pertenece al Coro Nacional Guadalupano que canto en la misa de Coronación Pontificia de la Virgen de Guadalupe en la basílica antigua de la ciudad de México, el día 12 de diciembre de ese año, cantando la misa polifónica del Papa Marcelo a 6 voces, el coro era formado por 450 voces, 300 de jóvenes y 150 de niños . La imagen fue coronada por el cardenal de Canadá. Con este coro participa cantando en las radiodifusoras XEW y la XEQ de la ciudad de México. Este coro tenia programada una gira por EUA , pero el presidente Ávila Camacho no dio el permiso para que salieran.
Su maestro de piano fue el maestro Isaías Barrón, el organista de Catedral don Adolfo Robles, el organista del templo de san Agustín don Abel Ontiveros.
Se caso el 3 de agosto de 1950 con Elisa Medina y tuvieron 8 hijos: Miguel, Magdalena, Martín, Carlos, Gabriel, Elisa, Ma. de la Luz y Ezequiel.
Junto con su papá construyo el salón Pío y ha sido maestro de varios coros, estudio el coro de las “insignias” desde 1945 hasta 1999.
En 1978 se convierte en el cantor oficial de la parroquia de san Bartolomé, hasta la fecha. Es una persona de mucho conocimiento musical que siempre esta dispuesto a ayudar a quien se lo pide, es uno de los pocos músicos que quedan en nuestro pueblo. Ha escrito diversas piezas musicales.
PBRO. FRANCISCO DIEGO MEDINA SAAVEDRA.
(1922- )
Nace el 7 de noviembre de 1922 en Rincón de Tamayo, Gto. Ocupando el tercer lugar de 8 hijos, su padre fue Ezequiel Medina Martínez y su madre Clementina Saavedra Martínez.
La familia se traslada a Celaya, dónde él estudia 1° y 2° año de primaria, después regresan a Tamayo y continua sus estudios en una escuela improvisada en el curato del templo de San Bartolomé Apóstol.
Debido a la persecución que ejerció en ese tiempo el gobierno sobre la Iglesia católica, llegó a Tamayo un grupo de seminaristas de Morelia, a los cuales se les dio alojo en una casa en la calle de Juárez esquina con Abasolo, ahí conoció el seminario motivo por el cual ingresó, y se unió a otro grupo que se encontraba en Huapango, Municipio de Tarimoro. El seminario se traslado al curato de Tamayo.
Más tarde Francisco fue trasladado a Tlacotepec, Edo. de México, para continuar con sus estudios sacerdotales, y por último estudio 6 años en el seminario de Moctezuma, en Nuevo México, USA. Ahí fue ordenado sacerdote el 6 de Abril de 1946, su canta misa (primera misa), fue el 25 de julio del mismo año, aquí en Tamayo.
Trabajo 5 años en el municipio de Teabo, Yucatán, donde es nombrado Párroco; en junio de 1951, regresa a Tamayo como Vicario, hasta agosto de 1953; luego lo trasladaron a Piñícuaro, Gto., en donde reside sólo 2 años ya que enfermo de gravedad regresando a su lugar de origen. Ya en Tamayo y con ayuda del entonces Párroco Don Erasto López, iniciaron la reconstrucción del templo Parroquial (que pierde todo su esplendor) y la construcción de la capilla del Señor de la Clemencia y la construcción del colegio Juan María Vianney que fue el primer colegio religioso, atendido por la Congregación de las Hermanas del Sagrado Corazón y de los Pobres.
Es también en ese tiempo que se sustituye el órgano tubular de fuelle manual de la parroquia por un electrónico. Fomenta así mismo la convivencia y el deporte para los jóvenes de Tamayo y a las comunidades, ya que organiza, paseos y convivencias a diferentes lugares.
El 3 de Agosto de 1959 es nombrado Vicario de Huacao, Michoacán; donde permanece por 5 meses, regresando a Tamayo (debido a su precaria salud), en donde celebra sus 25 años de vida sacerdotal (bodas de plata).
Ese mismo año es nombrado notario de la parroquia de Salvatierra, Gto. y en ese lugar sufre un infarto del cual se recupera, retornando como capellán del Santuario de la Virgen de Guadalupe de esta localidad, dónde permaneció 9 meses dando inicio a la reconstrucción del mismo. En seguida lo mandan como capellán al Templo de la Cruz, en Celaya, después es trasladado a la parroquia de Soria, Gto., hasta agosto de 1983, pues fue trasladado a Celaya, a la parroquia de San Miguel donde le vino un tercer infarto del cual también sale adelante. El señor Obispo de Celaya Jesús Humberto Velásquez Garay, le concede debido a su delicado estado de salud, hasta la fecha, descansar en su casa en Tamayo. Ahí le vino un cuarto infarto del cual también sale adelante, y pudo celebra su 50 aniversario como sacerdote (bodas de oro), el 7 de abril de 1996. Actualmente comparte sus labores eclesiásticas como vicario auxiliar con el Sr. Cura Manuel Rangel Magaña.
El padre “Pancho” como también se le conoce, tiene un hermano llamado don Ezequiel Medina que es el cantor de la parroquia, además de ser un buen arreglista, de variados conocimientos musicales y autor de diversas obras musicales tanto sacras como paganas.
SEÑORITA SARITA MONTOYA.
(1937- )
Nació en Rincón de Tamayo el 15 de marzo de 193, hija de una familia de labradores. Comenzó a escribir a los siete años de edad, mas o menos por ese tiempo se va a vivir a la ciudad de Celaya en donde actualmente vive.
Es una poetisa, la cual dice tener 20 libros de poesía, algunos más en prosa, la niñez celayense tiene de ella varios escritos de cuento, muchos de los cuales ya fueron traducidos a varios idiomas. Ha escrito ensayos históricos y humorísticos, de entre los cuales has los que permiten hacer recuerdo de los años vividos en la hacienda de San Antonio de Rincón de Tamayo.
Es una mujer prolífica, dedicada a escribir poesía y prosa, agricultora y presidenta de la Mesa Redonda Panamericana durante el XXV Aniversario del Instituto Tecnológico de Celaya, recibió un reconocimiento literario y un primer lugar en el Concurso de Alta Productividad de Trigo, en septiembre de 1983.
Ha dado recitales y conferencias en las universidades tales como La Sorbona, en París: la de Oxford y Cambridge, en Inglaterra; el Pío Latino en Roma, de Italia; la Universidad Hebrea, en Israel y la de San Marcos, en Perú.
Ha recibido varias medallas y preseas, entre las cuales destaca la de Nuestra Señora de Chartres, la máxima condecoración que otorga la República de Francia, a los héroes de la guerra y a los intelectuales más destacados por su trabajo literario.
Ha viajado con el equipo de la Prensa Mundial Europea que acompaña a Juan Pablo II, en sus giras por Latinoamérica. En esas ocasiones ha realizado magníficos reportajes para los Soles, periódicos de gran cadena mexicana, que por cierto le han hecho merecedora de un premio.
DON FIDEL GUERRERO ESCOGIDO.
(1903-2003)
Este señor vivió y nació en Rincón de Tamayo, vivió casi los cien años y conoció muchas de las historia que sucedieron, esto fue lo que platicó a un periódico:
“El tenia en su mente las batallas de Celaya que ocurrieron en el mes de abril de 1915.
Platicó que Obregón tenía tomado el templo de San Francisco mientras lo villistas estaban alzados en los cerros de la región.
Indicó que Guadalupe Moreno vino de Parácuaro, Michoacán para apoyar al ejército villista.
Guadalupe Moreno venía de Michoacán con su gente por el Camino Real (dicho camino era paralelo a la actual carretera Celaya-Salvatierra), y se Hizo el tiroteo en un lugar llamado El Limoncito.
El resultado: un número incontable de muertos; los cuerpos fueron enterrados en unas sequías que había cerca del lugar, comentó Don Fidel.
Indicó que los enterraron sin cristiana sepultura, pero que no los taparon bien porque quedaron manos y pies descubiertos.
No descartó que incluso muchos hayan sido enterrados vivos o agonizantes.
Al año siguiente, en 1916 se registró una peste que provocó una alta mortandad en Tamayo.
“Casas enteras se quedaron solas de la noche a la mañana”, puntualizó el nonagenario.
En aquel entonces, recordó, tendría unos 12 años e iba todos los días a cortar tunas para venderlas y ayudar para el sostenimiento de su casa.
Algunos años de la década de los 20´s, estuvo en Estados Unidos; después de esta experiencia, don Fidel vivió momentos en los que estuvo a punto de perder la vida por formar parte de los cristeros.
“Tengo muchos recuerdos, pero hay dos pasajes que recuerdo porque estuve a punto de morir”, señaló con los ojos llorosos y el rostro enrojecido.
En ese tiempo don Fidel fungía como mensajero: recibía y entregaba informes.
“Me mandaron a la Hacienda de Santa Anita a buscar a los del cerro, como no había numeraciones pregunté razón de ellos a dos muchachos 2 cristeros” platicó.
“¿Dónde están los del cerro?, les pregunté y la respuesta fue: usted va a caer aquí “, continuó.
La insinuación era clara, el iba a morir en ese lugar, pero su vida siguió corriendo porque en ese momento don Refugio Martínez-buen conocido de don Fidel-, le gritó: “Don Fidel pase”.
El cargamento era una caja de madera llena de armas para los cristeros y la cargó en su burro para llevarla de Santa Anita a Tamayo.
“ En ese día había llovido ‘reteharto’ y el río iba crecido y cruce por el puente del tren con mi burro”, continuó.
Llegó a su casa en donde lo esperaban Jesús Sáez y Refugio Rico.
Al llegar escarbaron pare enterrar el parque. En aquel entonces no se utilizaba mosaico y en su lugar eran unos ladrillos sentados sobre arena.
En cuanto terminaron de tapar, pasaron unos soldados que ocuparon el curato y sacaron a los que estaban dentro amarrados, como si fueran delincuentes
El parque después sería utilizado para la guerra y los tiroteos en el cerro.
En otra ocasión Don Fidel bajaba el cerro con Juan Mendoza, cargaba en su guangoche(un costal que se utilizaba a principios del siglo para cargar objetos) algunas cartas y un manto de la Virgen de Guadalupe, que en ese entonces era mortal cargar consigo.
Don Fidel acompañaba a Juan porque este se iba a entregar a la liga de Católicos porque había matado a un hombre.
Al cruzar por le puente del tren encontraron a Aristeo González quien era agrarista.
Era bien sabido por ambos que Aristeo quería deshacerse de ellos por ser cristeros.
Cuando le vieron, don Fidel exclamó a su compañero “aquí vamos a acabar” mientras el tono de piel de ambos se ponía amarillo del susto.
Aristeo González les vió y siguió su camino si hacerles ningún daño.
Si don Aristeo, que venía acompañado de algunos soldados, hubiera revisado aquel guangoche encontraría las cartas y el manto de la Virgen de Guadalupe, suficientes pruebas para fusilarlos.
De soltero, don Fidel cargaba consigo una pistola 38 que siempre le acompañaba.
“Aristeo murió y sus hijos también, y mire yo aquí ando por providencia de Dios”, platicó con una sonrisa de oreja a oreja por la felicidad de estar vivo aún .
Para 1933 don Fidel contrajo matrimonio con la señora Leovigilda Pérez Lara y de su unión resultaron 9 hijos.
Como miembro del Partido Sinarquista don Fidel vivió momentos que serían históricos para Celaya.
El Partido Sinarquista fue un movimiento Político-Social-Católico que llegó a tener trascendencia nacional a finales de los 30’s y la década de los 40’s .
“Teníamos muchos triunfos antes, como nació en Gto, pero no aparecen el historia”, dijo don Fidel.
En un reunión que hubo en Juan Martín lo agraristas balancearon a lo sinarquistas resultando 6 muertos.
Don Fidel solo recuerda el nombre de Gonzalo Aguilar, pero la señora Luz Núñez viuda de Aguilar (que aun vive) recordó el nombre de las otras 5 personas que se escriben en su memoria: Eufemio Cano, J. Trinidad Camacho, J. Guadalupe Durán, Regulo Chiquito y Juan Jamaica.
“Yo en ese tiempo era vocal de los sinarquistas de Tamayo y me mandaron a avisar a Celaya lo ocurrido en Juan Martín”, platicó Don Fidel.
“Por unas veredas nos fuimos varias personas y llegamos al Hospital de Celaya (que se encontraba en la actual primaria Benito Juárez)”.
Durante la marcha para enterrar a los fallecidos Don Fidel estuvo al frente del grupo de Apaseo el Grande y después se unió al grupo que venia de Tamayo.
Al frente de este grupo se llevaba una bandera bordada por la señora Isidra Mancera; dicha bandera aun existe y la conserva Don Fidel como una parte de su propia vida.
“En la esquina de Benito Juárez por donde había una tienda que le decían las dos naciones había un cerco y no nos dejaron pasar por Benito Juárez” siguió con su charla.
Sobre la calle Galeana, a la altura de una tienda llamada “La indita” sucedió otra masacre.
“Francisco Ruiz Alfaro, entonces jefe de la hacienda traía una metralladora y zumbaban los balazos. La gente corría para atrás. Todo fue un desastre”. Platico con tartamudeos provocados por la emoción.
Ya solo nos tocaba esperar el balazo, pero este no se dio, añadió Don Fidel.
JOSÉ DE JESÚS SAAVEDRA CAMPA
(1895-1970)
Nació el 30 de Abril de 1895 y murió a la edad de 75 años, en el año de 1970. Fue un gran pintor quien se dio cuenta de su cualidad por necesidad, pues en una ocasión que no contaba con dinero para ofrecerle que comer a su esposa e hijos, se presentaron a tocar su puerta unas personas, quienes le preguntaron que si sabían de alguien que supiera pintar, ya que un sacerdote del pueblo de Tlanpujahua, Michoacán, les dijo que en esa calle en donde el vivía, había un hombre que sabía dibujar muy bien y traían indicaciones de entregarle dinero para que comprara los materiales necesarios como, pinceles, pintura, etc. Y además sus honorarios, porque este sacerdote quería que fuera a pintar el purgatorio en una pared de la Iglesia de dicho pueblo.
Este sintió la tentación de ganar dinero y al verse en la necesidad, les dijo que el era y que le dieran el dinero para comprar las cosas.
Duró aproximadamente tres meses dibujando la pintura en dicho pueblo, acompañado de su hijo David Saavedra, que en ese entonces era todavía un niño. En el pueblo quedaron maravillados por la pintura, pues usó los tonos cafés rojizos y grises (colores ladrillo) que le daba mucha naturalidad a dicha pintara.
A partir de entonces se dedicó a pintar cuadros, pues el acostumbraba que si algún pariente le hacía una invitación a comer a su casa o a alguna otra cosa, el siempre les regalaba un cuadro dibujado por el.
En una ocasión su esposa le dijo que porqué a toda la gente les hacía cuadros para regalárselos y a ella ninguna vez le había hecho uno. Entonces el le dijo que le iba a regalar uno que nunca iba a poder quitar, y le dibujó uno en la pared, el cual tiene fecha del 10 de Julio de 1957, y otro que dejó inconcluso. Posteriormente sacó a relucir su creatividad y hacía arreglos de flores para los novios fabricando el mismo las flores, pintaba cascarones para el carnaval que se hacía cada año antes de la cuaresma y varios cuadros que le compraba su hermano y los vendía en México.
Le fue otorgado un diploma por exponer sus Pinturas al Oleo, en la Primera Feria Industrial y de muestras de Festejos Navideños en Diciembre de 1958.
En la actualidad se han conservado pocas obras de este insigne pintor y las pocas que existen son cotizadas en mucho dinero, ya que manejo muchos estilos y técnicas en sus obras.
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